Kirguistán, la Suiza de Asia Central
Si algo nos ha dado pena hasta el momento ha sido no poder pasar mas tiempo en kirguistán, un desconocido país para casi todos y con mucho que ofrecernos en los pocos días de visado que nos concedieron.
Un territorio con históricos lazos con los turcos (el idioma es buen ejemplo)
y que al igual que kazajistan pasó por el periodo de comunismo ruso (lo que se
refleja en los grandes edificios de la capital), se convirtió en república en 1991.
Geograficámente si que hay grandes diferencias con su vecino del norte ya que kirguistán es básicamente montañoso con el lago Issyk-Kul (el segundo de montaña masgrande desoues de titicaca) como referente turístico. Pero antes de bañarnos debíamos pasar por la capital.
La entrada al pais desde Kazajistán por Bishkek es trivial en cuanto a la parte kirguisa, lo dificil es salir de kazajistan. Previamente si no te has registrado como turista en la oficina inmigracion (esto es SUMAMENTE IMPORTANTE PARA SALIR DEL PAIS).
Dada la importancia que le damos podéis imaginar que algún problemilla tuvimos, pero requiere un post a parte.
La capital de kirgistan contrasta con el dato de wikipedia que anuncia un
PIB per cápita de solo 1.152 dólares. Grandes parques, calles espaciosas y limpias, centros comerciales (atención al Megacenter 1 y 2 porque venden hasta bombonas de camping gas). Eso sí, en cuanto a tiendas de bicis, a parte de una pequeña cerca del punto de información poco hay.
Cabe destacar también los Banyas o baños rusos (700 com) algo que en Barcelona seguro que tiene connotaciones diferentes que aca en Asia, donde la idea es reunirse con los amigos o colegas de trabajo en diferentes saunas y piscinas como un evento meramente social.
Una vez limpios pusimos rumbo al lago Issyk-kul, en un recorrido por la carretera nueva que nos encantó por lo verde y porque teniamos mono de bicicleta después de una semana de trámites y visitas. Volver a dormir en tienda siempre es un poco agrio por tener que buscar un sitio seguro apartado de la carretera pero dulce por sentirnos como en casa al abrigo de nuestra estimada Hilleberg.
Igual o mejor nos sentimos la segunda noche cuando un granjero nos alojó en su casa después de pedirle espacio en uno de sus corrales pues la lluvia nos dejó sin ganas ni fuerzas de seguir. A pesar de lo humildad del lugar, una de las hijas que estaba de visita nos contó que era arquitecta y que todos sus hermanos habían ido a la universidad y vivian en capitales. Así pues el concepto nómada de esas tierras parece estar desapariecendo. Después de pasar la noche al calor de la estufa de leña junto a 4 pollos y los ronquidos del tío de la familia nos dirigimos al lago cuya llegada fue especial, por hacer nuestros primeros 100km en un día y por poder estrenar el bañador!. Por desgracia no pudimos bordear todo el lago, mucho más cuidado que kapchagay, en kazajistan, debido a los pocos días de visado disponibles, un hecho que nos obligaria a coger un bus desde kochko hasta Osh para afrontar la última parte del tramo.
Osh es una ciudad histórica dentro de la ruta de la seda. Su bazar es gigante y uno puede perder toda una mañana solo regateando precios (gorras para proteger la calva).
Igualmente interesante es la montaña sagrada y su mezquita siempre y cuando la encuentres ya que el camino no está bien indicado, algo raro ya que la sensación general es que se cuida el turismo.
En realidad el turista se siente cómodo facilmente, ya que, según nos contaron unos profesores mientras nos invitaban a comer de camino a la frontera, el kirguiso, tiene una interpretación de la religion musulmana suni que le empuja a ser amable con el extranjero.
Estas explicaciones sientan doblemente bien delante de una especie de cocido en un prado sobre la cima de nuestro primer gran puerto (Chirchik Ashuu,2400mtrs) rodeados de caballos y con bajada por delante.
Aunque la académica información la comprobamos siendo huéspedes en varias ocasiones, siempre existe una excepción a la regla que en nuestro caso llegó en forma de borracho doblando mi rueda delantera al dar marcha atràs en un bar de carretera donde nos disponiamos a convencer a los dueños de que nos dejaran dormir.
Para mas inri, no nos avisó y nos dimos cuenta del desastre a la mañana siguiente sin nadie a quien poder gritar y descargar así la rabia. La situación la medio enmendó un experto carnicero que pasaba por ahi y nos vio cara de cordero degollado.
Con la rueda girando como quería, pero girando, sin mas dilación nos acercamos al pueblo de Sari-Tash, donde nos habían recomendado coger un camión (supuestamente está prohibido pasar la frontera en bicicleta y en la propia frontera los camioneros están más por temas legales que otra cosa).
Nuevamente la suerte volvió a nosotros después de tomarse un día libre y nos obsequió con un joven camionero que se ofreció a llevarnos a Ikerstan, frontera dura por el último puerto que le precede (Taldik Ashuu, 3615mtrs) pero que ofrece vistas de grandes cotas nevadas para recordar y pocos trámites.
Datos útiles:
Distancia cubierta en bicicleta: 556 km
Precio de los hostales: entre 700 (kokcho) y 1500 (Bishkek) la habitación doble.
Carreteras: De la capital a Balichi es recomendable coger la nueva que va por el norte. Poco transitada. Del lago a Osh es posible ir por el interior sin pasar por Naryn. Bonito recorrido de 700 km pero con un 50% de ripio. Por último desde Osh a Ikerstan la carretera es buena aunque dura. La frontera a 80 km de Shary-Tash es muy tranquila. Desde la frontera china obligaran a coger un transporte hasta la primera ciudad china.
Comida básica: lacman (pasta con carne), samsa (escrito "camca", pan relleno de carne) y manty (empanadas).
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