ESLOVENIA Y CROACIA 2008

ESLOVENIA-CROACIA

Viajar en bicicleta por Eslovenia es como ver una buena película en el sofá de tu comedor una noche de frío con una mantita y bien acompañado. La típica noche de la cual no esperabas tanto y que al final resulta ser perfecta. Un país acogedor como ninguno, con todo la formula perfecta: Buena dosis de paisajes con montañas y lagos alpinos, buena gente (sorprende el dominio que tienen del ingles!) y unos pueblos y ciudades más que cuidados.
Nuestra ruta se adentró primeramente a los alpes Juninos desde Trieste (Italia), pasando por el pueblo medieval Stajel y Nova Gorica donde sus edificios todavía respiran un cierto aire de tiempos pasados.


Unos días por Bohinska, en medio de los Alpes Juninos nos sirvieron para quitarnos el alquitrán de Barcelona y coger fuerzas para continuar la ruta hacia dos de las grandes ciudades del país: Kranj y Ljubjana, que más que ciudades parecen escenarios de una película al estilo Robin Hood, con sus bosques, sus murallas y sus calles empedradas.









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Antes de dejar Eslovenia tuvimos dos gratas sorpresas, el castillo de Predjama, incrustado literalmebte en la montaña y las cuevas de Pivka, que estaban (también literalmente) debajo del camping de Pivka Jama. Estas cuevas habían servido de salvo conducto entre la zona comunista y el oeste en años de guerra.


CROACIA: si, no, si , no ...si!!!

Si Eslovenia fue amor a primera vista, Croacia es el típico jersey que te regalan y que al principio no te hace mucha gracia e incluso pica un poco, pero que con el tiempo te parece calentito y al final no te lo puedes quitar de encima.
La llegada por Opatija y Rijeka fue de lo más peligroso (Costa Rica siempre se llevará la palma) que hemos hecho por carretera, por la gran cantidad de coches y el cruce la isla de Krk hace que te acuerdes del eterno puente por un tiempo.

No obstante, cuando por fin pasamos el aeropuerto y llegamos por ferry a la segunda isla, Cres, la cosa empezó a mejorar y un par de paseos por la costa nos hicieron cambiar la cara de tontos que se nos había quedado al ver cuestas del 10% y 11% nada más llegar a la isla.

Es cierto que turistas no faltan, pero el lugar no deja de ser muy tranquilo.

Por último, ferry a la Península de Istria y visita obligada a Pula y su anfitetro. La península tenía mucho que ofrecer pero nosotros no teníamos más tiempo así que desde Rovinj cogimos un ferry de vuelta a Venecia donde acabaríamos el viaje con Marta y su Novio paseando entre canales y callejuelas cual Vivaldi o Marco Polo!




Donde dormir:

Ljubljana: Hostel CELICA (www.hostelcelica). Una antigua cárcel cuyas celdas se han rehabilitado como habitaciones conservando "algunos" detalles como las rejas!

1 comentario:

Tania Seoane dijo...

Joooo, he revivido muy buenos momentos....qué verde, qué lagos....y ese partidazo de tenis....jejeje

Tania