Casi un mes he tardado ena escribir estas líneas y creo que he hecho bien ya que así he tenido tiempo digerir lo que han sido 8 horas y pico de mil sensaciones y 3 días de frikismo ciclístico a tope y mucho más de la Quebrantahuesos 2010.
La verdad es que, más que estar bien físicamente, ese punto de frikismo es necesario para enrolarse lo que ha supuesto toda un reto y un buen sacrificio. Decir que has participado en la QH significa mucho más que un día de bicicleta: son domingos perdidos, dosis tremendas de paciencia por parte de los que te acompañan, dolores, es odiar a la bicicleta estática, subir wattios, bajar pulsaciones, podré , no podré, etc.
El caso es que sea como fuere a dos semanas de la cita ya estaba todo hecho y lo único que preocupaba eran los dolores de espalda pero unos masajes (gracias a la gente de Fisiologic) hicieron maravillas.
En cuanto a la logística, nada mejor que unos amigos con experiencia, furgoneta, amabilidad y una habitación de hotel libre (otro grandísimo agracedimiento a TM). De esta forma, el viernes a última (utimísima hora) llegábamos a Jaca para dormir 3 horitas antes de empezar a las 5:15h sin muy buenas sensaciones. Aunque cumplí con lo mínimo antes de empezar (bicicleta, casco y dorsal) los nervios me pudieron y cometí "pequeños" errores como no comprobar el freno de delante ni estirar lo suficiente.
De esta forma empezamos nuestra primera carrera cicloturista en el mejor lugar posible, con 7000 ciclistas alrededor (nunca habíamos rodado con más de 15...) y bien avisados del cuidado que hay que tener al principio de la carrera.
Cabe decir que inicialmente la salida fue buena, las sensaciones no tanto y el sol brillante, adjetivos que la caprichosa carrera se enncargó de cambiar de orden misma pocos kilómetros después, durante la subida al primer puerto, Somport. Nubarrones, gente dando la vuelta y yo encontrándome cada vez mejor.Pero si algo es cierto en una QH es que las las variables REALMENTE son variables.
A todo esto,los ciclistas abandonando y el inicio de la lluvia no nos animaba en exceso pero tampoco acabábamos de entender la razón hasta que empezamos a bajar el el primer puerto donde la realidad más cruda se nos presentó de forma aplastante y nos dijo: Váis a sufrir.Para ello nos preparó una receta compuesta frio, niebla, viento. ideales para congelar hasta el alma. Y por supuesto, una vez uno anda tierno, el toque secreto de la QH: El Marie Blanque.
"Paciencia, no fuerces, paciencia, tranquilo" fueron buenos autoconsejos que permitieron subir relativamente bien MB y afrontar los 28 km de Portalet con fuerzas suficientes para aguantar el sufrimiento que supone la posterior bajada: Efectivamente, los descenso y el frío hicieron mucho más daño que los cuatro ascensos. 2500 abandonos así lo afirman.
A pesar del tiempo y los nervios perdidos por los parones de los calambres ven la cima de Portalet veía la luz al final de túnel y solo Oz de Jaca me separaba de la victoria personal, pero los 3 km no fueron suficiente para que horas después celebráramos todos juntos nuestro debut en las carreras cicloturistas en este mítico escenario.
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